Autor: Judith Farberman y Silvia Ratto
E
l término mestizaje evoca una multiplicidad de significados y de connotaciones, a menudo contrapuestos. Por un lado, el mestizaje se vincula a un proceso violento, cuyo fenómeno más conocido es la procreación de hijos mestizos engendrados por la fuerza. Pero, por otro, y como proceso espontáneo, el mestizaje también es sinónimo de encuentro, de intermediación cultural, de creación de prácticas y producciones culturales novedosas. A pesar de ello, en el fondo, no existe una incompatibilidad radical entre esas significaciones.
Si algo caracteriza los procesos de mestizaje es su carácter intersticial, del que deriva la naturaleza ambigua, incluso “equívoca”, de los sujetos mestizos. Así, pues, nos hallamos frente a una problemática extremadamente compleja, a menudo casi inasible a través de las fuentes y normalmente subsumida en otras cuestiones en la literatura histórica y antropológica. Los mestizos están por todos lados pero su misma omnipresencia los “naturaliza” e invisibiliza para el historiador.
Los trabajos reunidos en este libro se ocupan de manera central del mestizaje y los mestizos en función de problemáticas específicas –las uniones matrimoniales y de compadrazgo, las vinculaciones jurídicas, las taxonomías socioétnicas y las identidades profesionales indomestizas– y en dos tipos de espacios muy diferentes: el Tucumán colonial y la frontera bonaerense del siglo XIX.