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a región de Los Llanos, al sur de la jurisdicción de La Rioja en Argentina, evoca potentes imágenes de las guerras civiles del siglo XIX. Foco de las célebres «montoneras», fue la cuna de dos de los más famosos caudillos argentinos, Facundo Quiroga y Chacho Peñaloza, inmortalizados ambos por la pluma de Domingo Faustino Sarmiento.
Como ha demostrado Ariel de la Fuente (2007), la movilización política de los díscolos campesinos militarizados escondía un conflicto agrario de larga data. En efecto, hacia mediados del siglo XIX, prevalecía en la zona una estructura de propiedad colectiva caracterizada por «la dispersión geográfica de los derechos de muchos propietarios» en la que coexistían la propiedad y administración común de pasturas, agua e instalaciones con el goce individual de huertos, maizales y ganado. Este entramado peculiar, ha afirmado el citado historiador, extendía «una red invisible y casi infinita de relaciones entre comuneros (…) cuya influencia en las prácticas sociales es difícil de calcular» (De la Fuente, 2007: 98) y que se impone como clave de lectura para comprender el afianzamiento de las lealtades políticas expresadas por las «montoneras».