A
principios del siglo XX, Lars Baekhøj, el maestro de la escuela danesa de Tandil, solía contarles a sus alumnos la leyenda del rey Valdemar el Grande:
“En su juventud Valdemar el Grande se había casado con Tovelille porque estaba enamorado de ella. Sin embargo, cuando llegó a ser, por prudencia, se casó con Sofie. Entonces comenzó un lucha permanente entre las dos esposas y en corazón del rey. El amor lo atraía hacia Tovelille y el deber hacia Sofie. A su manera, el joven rey las amaba a ambas. Creo que este sentimiento es bien conocido entre los inmigrantes que vivimos en este país. Nuestro corazón quiere volver por amor a Dinamarca sin embargo, por prudencia, sabemos que es mejor permanecer en la Argentina. Pero la historia que estoy contando no terminó allí. La disputa entre las dos esposas finalizó el día en que Sofie mató a Tovelille. Y en la lucha de los inmigrantes va a pasar algo parecido. Llegará el día en que la prudencia obtenga su victoria sobre los dictados del corazón y entonces, sobrevendrá la calma”.